La ciudad de Burgos
La histórica ciudad de Burgos tal y como la conocemos ahora fue fundada en el año 1260. En su construcción intervinieron numerosos artífices. Desde sus orígenes, Burgos fue una de las ciudades más importantes del Camino de Santiago llegando a tener más de treinta hospitales, dedicados en su mayoría a los peregrinos.
El Camino de Santiago entra en Burgos por el barrio de Gamonal y continúa hacia el centro por la calle de las Calzadas y calle de San Juan que es donde se encuentra el Hotel Jacobeo. Saliendo del hotel, el Camino continúa por la calle de Avellanos hasta llegar a la Iglesia de San Gil. Después toma la calle Fernán González en dirección a la Catedral.
A estar nuestro Hotel Jacobeo situado en pleno centro de Burgos, no te podrás perder las tres principales atracciones de la ciudad, todas ellas a escasos metros de nuestro hotel:
La catedral de Burgos
La primera piedra de la Catedral de Burgos fue colocada en 1.221 por el rey San Fernando. El exterior destaca por el armónico conjunto de sus líneas. La fachada principal de la Catedral consta de 3 hastiales en los que se abren 3 puertas, flanqueados los laterales por esbeltas torres rematadas con los característicos chapiteles o agujas levantadas a mediados del siglo XV por Juan de Colonia. Con las torrecillas de la Capilla del Condestable y la linterna del Crucero, forman un conjunto de bellas proporciones. En los extremos de la nave transversal se encuentran las magníficas portadas góticas del Sarmental y de la Coronería o de los Apóstoles.
En el interior de la Catedral, destaca la Capilla de los Condestables, construida a finales del siglo XV por Simón de Colonia para el Condestable de Castilla don Pedro Fernández de Velasco; la Capilla del Santo Cristo de Burgos, la Capilla de la Presentación, la Capilla de la Visitación, la Capilla de Santiago y San Juan, donde se exponen valiosas piezas del Museo Catedralicio, la de Santa Ana o de la Concepción, mandada construir por el Obispo Don Luis de Acuña, y la de Santa Tecla, decorada profusamente con los esplendores del último barroco. La Escalera Dorada es una obra sin parangón en el arte universal, realizada por Diego de Siloé a principios del siglo XVI. Bajo la delicada linterna del Crucero, construida en el siglo XVI por Juan de Vallejo, descansan en sencillo sepulcro Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, y su esposa Jimena.
Cartuja de Santa María de Miraflores en Burgos
Magnífico monasterio y panteón real que alberga las obras cumbres de Gil de Siloé. El monasterio fue levantado por el rey Enrique III. Años más tarde, Isabel la Católica engrandecería la iglesia, al escoger el lugar para sepulcro de sus padres, don Juan II de Castilla y doña Isabel de Portugal. Las obras se llevaron a cabo en la segunda mitad del siglo XV bajo la dirección de los maestros Juan y Simón de Colonia. En 1484 se terminaba la iglesia y finalizando el siglo, Gil de Siloé completaba las obras interiores con la construcción del retablo mayor y los sepulcros de los Reyes y del Infante Don Alfonso. La Cartuja encierra otras obras de interés: la sillería gótica del coro de los padres, el coro renacentista de los hermanos, ejecutado en el siglo XVI por Simón de Bueras, y la estatua de San Bruno, obra de gran realismo, de Manuel Pereira. De Pedro Berruguete es la extraordinaria tabla de la Anunciación que aparece junto al altar mayor.
Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas
La belleza arquitectónica del monasterio es patente en la iglesia, del más puro estilo cisterciense, Sala Capitular y Claustro de San Fernando, hoy profundamente alterado. En el centro de la nave mayor se encuentran los sepulcros de los reyes fundadores, adosados y bellamente policromados con las armas de Castilla y las de la Familia Plantagenet. En las Claustrillas, brilla aún el arte del último romanico castellano, en la transición al gótico. Especial interés tienen, además las Capillas de Santiago, de gusto mudéjar, y la de la Asunción, obra del más puro arte almohade. Es de gran interés su Museo de Ricas Telas.